Trabajar en una oficina abierta ¿sirve?
En las oficinas, el ideal, es activar la creatividad y la productividad de los trabajadores, lo cual se logra distribuyendo los asientos en un área abierta, dejando claro la importancia de “quien se sienta al lado de quién”.
Esta proximidad genera una mayor productividad, efectividad y calidad de los empleados, provocando que se dé más densidad de un mejor trabajo y más rápido.
Aunque lo contrario en beneficio laboral, es estar sentado de trabajadores “toxicos” o personas que infringen las normas en la empresa.
En conclusión ubicar a personas en estrecha cercanía permite un mayor intercambio de ideas, según la teoría.
Si no hay que ver a Google y Pixar que se atribuye su éxito a los espacios de colaboración en la oficina.
Aunque la realidad es que los empleados según encuestas, ven esta vía laboral algo molesta, porque afectan los lapsos de atención, productividad y creatividad, causando estrés y distracción.
Esto pasa por que en algunos casos no se ubican a los empleados por tipo de trabajador, según estudios de la HBS.
Se debería basar en dos tipos de empleados:
- Empleados altamente productivos que comúnmente generan un trabajo de menor calidad.
- Empleados más lentos que producen un trabajo de alta calidad.
Si se sabe unir a estos dos tipos de empleados, el beneficio es positivo para toda la empresa porque la gente productiva hace que la gente lenta haga su trabajo más rápido, sin comprometer la calidad.
Y los que producen un trabajo de alta calidad también influyen de forma similar en los trabajadores más rápidos.
El fin es comenzar a mezclar en base al conjunto de habilidades para obtener el máximo de los empleados.
Con información de: El Financiero