Sin smartphone, nuestra productividad aumenta hasta un 26%

Los teléfonos inteligentes nos ayudan a estar en contacto con colegas y gestionar las tareas urgentes, sin embargo, su presencia es en última instancia, contra-productiva. La peor desventaja de estos dispositivos es que empañan nuestra eficiencia y concentración.

El teléfono inteligente se ha convertido en una característica indispensable de nuestras vidas: nos sigue a todas partes. En el autobús, en la calle, en el comedor, en el inodoro, etc. Un joven estadounidense incluso creó una idea revolucionaria: inventar un “soporte de botella” para el smartphone, en el que pudiera tocar su iPhone mientras le da el biberón a su bebé. También hay botellas que integran un soporte para poder tomarte selfie mientras bebes. Este ejemplo ilustra perfectamente cómo no podemos prescindir de esta herramienta tan intrusiva hoy en día. En el trabajo, todos tenemos un colega que sigue mirando su teléfono inteligente mientras al mismo tiempo labora. ¡Incluso durante una junta o el almuerzo!

Estos son los resultados de un experimento dado a conocer por Kaspersky Lab: los investigadores pidieron a 95 participantes colaborar en una prueba de concentración en cuatro circunstancias diferentes: con su teléfono inteligente en el bolsillo, se puso en su escritorio al lado de ellos, dentro de un cajón situado en la sala, y, finalmente, completamente ausente del área de trabajo. Resultado: cada distancia adicional entre la unidad y su propietario tenía el efecto de mejorar el rendimiento. ¡Los resultados de las pruebas de concentración eran un 26% mejor una vez que los teléfonos móviles estaban fuera de la habitación!

Esto demuestra que los dispositivos digitales pueden tener un efecto perjudicial sobre el nivel de concentración. “Los empleados pueden ser más productivos si se formaron periodos libres de teléfono inteligente. Una solución podría ser, por ejemplo, para aplicar las reglas para las reuniones: no hay teléfonos y ordenadores personales “, dice Tanguy De Coatpont CEO de Kaspersky Lab.

La ausencia de un smartphone de hecho no ha generado ningún tipo de estrés en los participantes. “Los resultados de nuestro estudio indican que es la ausencia de los teléfonos inteligentes, en vez de su presencia, lo que mejora la concentración,” añade Astrid Carolus de la Universidad de Würzburg.