Cómo eliminar el “tiempo muerto” en las oficinas

Es muy común que en cierto momento de la jornada laboral se presente un tiempo muerto, donde pareciere que no hay nada que hacer y las horas nunca pasan. Para evitar esta situación te ofrecemos algunas recomendaciones para evitar esto.

1.- Cuida el clima de trabajo
Procura que en tu oficina reine siempre el buen humor, el clima de desafío y las condiciones de bienestar laboral. Cuando llegan los tiempos muertos es bueno bajar el nivel de exigencia y permitir cierta relajación en el grupo, como dejar que se navegue por Internet, hacer uso de las redes sociales o resolver crucigramas.

2.- Encuentra tareas no habituales
Por ejemplo, puede aprovecharse para ordenar armarios, ponerse al día con los archivos (tanto físicos como informáticos), deshacerse de elementos innecesarios, hacer la lista de las cosas que se necesitan para el próximo pedido de útiles de escritorio, o dedicarse a crear aquéllos elementos con los que nos gustaría contar pero que nunca tenemos tiempo de diseñar:  planillas, diagramas, sistemas de archivo o lo que necesites.

También se puede utilizar las horas improductivas para actividades creativas, como innovaciones en el ambiente laboral o propuestas de reorganización de las tareas para alcanzar mayor eficiencia.

3.- Aprovecha el tiempo en capacitación
Dedicate a armar una guía de recursos para tus colaboradores, a partir de la especialización de cada uno o sus gustos o intereses particulares (que un buen jefe debe conocer). Busca la oportunidad para sugerir la exploración del curso y facilita que en los tiempos muertos, los empleados puedan concentrarse en este tipo de actividades.

4.- Evita las horas improductivas
La mejor forma de combatir esta ineficiencia es evitar que exista. En la actualidad está muy de moda reorganizar las tareas de la oficina para que tus colaboradores puedan retirarse más temprano los días viernes. De hecho, esta costumbre se está imponiendo cada vez más, inclusive en el ámbito del empleo público. Comenzó como “viernes informales”, en los que se permitía al personal concurrir a trabajar con un estilo de vestimenta más relajado, para llegar al acortamiento de la jornada del último día de la semana.

Es cierto que quizás se sobrecarga de trabajo el resto de los días pero… no habrá tiempos muertos y el sacrificio será bien visto ante la perspectiva de salir más temprano y comenzar antes el ansiado fin de semana.

Fuente: Maestro Financiero